viernes, 9 de diciembre de 2011

Cielo, nada.-

Aun no siento que haya llegado mi momento, pero ya no puedo esperar.
Aun no siento que esté preparada, pero mi maleta está lista hace días, y he de llevar solo lo necesario,
nada mas que una camisa, unos pantalones y unas zapatillas cómodas.
No me imagino mas allá de esto, no me veo mas que una sombra que se aleja, caminando hacia un atardecer
inminente.
El tiempo se hace inmenso justo cuando no tiene que serlo, y se prolonga y se estira.
Pero ya no puedo luchar contra el tiempo, ni la distancia ni mis ganar de irme lejos, no puedo luchar contra mi misma.
Esta misma tarde me iré, me iré de mi, del tiempo y de todo.
Y me voy con la sensación de haber encontrado y perdido.
Pía abandona el tren para seguir otro viaje, uno en donde ni los aviones mas potentes pueden llegar.-

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