viernes, 25 de febrero de 2011

To David Pizarro

Cruzas el fuego y pretendes no quemarte.
Caminas por vidrio y pretendes no sangrar.


Son voces que se escuchan en el fondo de un abismo en tu cabeza, pero su intensidad es tal, que es imposible no seguir sus ordenes.


Puedo comparar el odio con el alcohol... Al principio te fascina, y sin querer te haces dependiente, tu diario vivir no es lo mismo sin una botella de algo pero si bebes mucho te puedes marear y llegar a vomitar... con el odio tu vomito es verbal y dices y hablas todo aquello que realmente no sientes. Si eres muy dependiente del alcohol las personas se van alejando de ti, si es que tu dependencia llega al punto de ser intolerante, osea, el alcohol a veces  aleja a tus amistades, con el odio tu las alejas, y eso es malo. Ya a lago plazo algunos órganos van cediendo a los grados de alcohol y se van muriendo, pero el odio... el odio te come todo por dentro y poco a poco te vas pudriendo, y te vas quedando solo.
Abstinencia?... uno puede salir y tomar unos cuantos tragos, pero cuando eso ya se sale de control, pues... volver atrás se torna muy difícil y puede que pierdas cosas y personas que...amas.


El orgullo no se con que puedo compararlo... pero puedo dar una vaga descripción sobre eso.
No sé si ser orgulloso tenga algún aspecto bueno... confieso que soy muy orgullosa y solo me ha traído malos ratos y angustia... a veces me cuesta mucho asumir mis errores, ¡Sí! me rompe el orgullo el darme cuenta de que estoy equivocada, de que he hecho algo mal, pero han tantas partes de mi que me dicen tantas cosas que hacer que me cuesta decidir cual es la más razonable.
Por otro lado, ser orgullosa me hace tener una postura sobre algo hasta el fin, defender lo que pienso con todo y garras.


La verdad es que podría decir mucho y nada, y no se cual de las dos sirva, por disculpare ahora me siento un poco rara y como tengo ganas de escribir pues diré que una parte de mi quiere disculpare y asumir las decisiones estúpidas que tomé, de aceptar lo inmadura que puedo ser a veces y de golpearme internamente por lo idiota que soy y de las razones que tengo para detestarte (que son pocas y estúpidas y en realidad no se cuales son exactamente), otra parte de mi quiere esperar a ver como se van dando las cosas, esa parte no quiere tomar cartas en el asunto pues piensa que la solución llegará cuando tenga que llegar, otra parte de mi no quiere hacer nada al respecto pues, (y es la parte orgullosa) no quiere asumir que hizo algo muy muy inmaduro, pero es eso, ¡No quiere asumir!
Ahora la parte que esta escribiendo es la sincera, no opina, no toma decisiones, solo redacta lo que siento, y en este momento siento un revoltijo de cosas e ideas que me es complicado hacer o decir algo. Pero la cague.

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