Entre extraños azulejos el viento se vuelve denso
y la brisa marina apenas se puede respirar.
En cierto tiempo y a cierta hora
la luna se bañaba con la sombra de un árbol
que la desgarraba violenta a través de sus ramas y sus raíces.
Pasa el tiempo, pasan los días, pasa la noche y la pena no pasa
y la tristeza se ahoga en un mar de alcohol y disturbios.
Sueños bajo una almohada y a veces la almohada de incendia, se incendia a través de los dibujos pintados en la ventana de un autor desconocido, de un poeta anónimo que camina por el sendero de...
de la poesía.
Nuevamente a la luz de las velas la imaginación llega, y todos los pensamientos me llevan a lo mismo.
Doy un paso atrás para pasar inadvertida, pero ya me viste.
Agujeros negros en los que me gusta estar,
música que me gusta escuchar,
y llamaradas de viento resuenan dentro de una habitación prohibida
donde la melodía sigue sonando ♪ ♫
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